10.- Gaia (parte 2). De cómo el capitán Ballenato aparece en Villairreal.

II - Un extraño personaje.

De esta manera llegó hasta nuestro ilustre historiador el conocimiento de tan curioso personaje. Y de esta manera fue como él nos lo hizo llegar al resto de los mortales, con las propias palabras de la Tía Parraca, mujer grande y sólida cual roble, cuya profesión era la de ayudar a parir por igual tanto a jóvenes primerizas como a vacas perezosas o yeguas pellejudas, y que, como hemos podido comprobar, tenía además un especial arte para narrar historias.
Pero no nos distraigamos excesivamente del personaje que nos ocupa. Nuestro querido Capitán Ballenato. Y digamos que gracias a esta magnifica secuencia que acabamos de leer dio comienzo la más intensa, demencial e hilarante historia de amistad que ha conocido hijo de madre de Villairreal, ya que Pedro "Porrón" y este marinero a la deriva se convirtieron en “carne y uña, taza y plato, maza y cuña, polvo y zapato” durante 6 largos años en los que compartieron borracheras, aventuras y desventuras, además del arte compositivo de cada uno, que no era poco. De hecho, el Capitán Ballenato se jactaba de ser un buen creador de coplillas, y afortunadamente dejó su impronta en el folclore del pueblo con tonadas que felizmente han llegado hasta nuestros días.
Hoy, gracias al esfuerzo y al trabajo de Don Benito, podemos saber que de la imaginación del capitán surgieron, sin duda alguna, el famoso "Romance del amor al cólico" ("Romance del amohor alcohólico" para otros autores), así como la célebre "J del pajtor" y otras composiciones que iremos viendo con el tiempo. Todo ello ayudado e inspirado, claro está, por la gracia natural y espontánea de su compañero Pedro "Porrón Calavera", hombre recio y algo enreda, que fascinó al Capitán desde el primer momento.
Cuando en 1861 Villairreal tuvo la desgracia de ver desnucarse a Pedro en el transcurso de su última gran borrachera, el Capitán Ballenato, que estaba allí presente, como tantas otras veces, decidió rendirle un homenaje asacando un famosísimo y acertadísimo romance que dio en llamar: "Donde se cuenta la desventurada historia de Pedro “Porrón Calavera”". Romance que a día de hoy es de gran popularidad y se canta en el transcurso de cientos de borracheras a lo ancho y largo del territorio ibérico.
Pocos días después del desgraciado accidente que le arrebató a su amigo del alma, con Don Pedrito ya bajo tierra y el nuevo romance en boca de todos los trovadores y ciegos de la región, el Capitán ballenato desapareció para siempre. Fue tras otra noche de terrible tempestad, como la del día de su llegada. Desapareció sin dejar el más leve rastro y jamás nadie supo dar referencia de él. Lo que sí nos dejó, y eso debemos agradecérselo hasta el fin de los días, fueron sus coplas y romances, y el recuerdo de tiempos alegres donde no existía aún el botellón, pero sí el porrón.

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